martes, 8 de agosto de 2017

ELEMENTOS BASICOS PARA LA PREVENCION DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES


ONU Mujeres es una organización que presta apoyo en el desarrollo e implementación de programas, que abordan legislación y políticas, prevención, servicios para supervivientes, investigación y datos, con el objetivo de poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas. Como parte de su labor, han publicado un documento en el que resumen algunos de los datos más importantes para prevenir la violencia contra las mujeres.
La evidencia muestra que las intervenciones efectivas emplean métodos diversos, a varios niveles y de manera complementaria. En esta línea, la organización aconseja, generar conciencia sobre la violencia de género como manifestación de discriminación contra las mujeres. No obstante, esto debe complementarse con otras acciones como:


  • Abordar las causas fundamentales del problema, es decir, la discriminación por motivos de género, las normas sociales que toleran la violencia contra las mujeres, los estereotipos de género,…

  • Empoderar a las mujeres y niñas, a fin de potenciar sus aptitudes y recursos personales.
Según el documento, todo esto hay que llevarlo a cabo en las comunidades (medios de comunicación, organizaciones deportivas, lugares de trabajo, espacios públicos…), en las escuelas (involucrando a profesores, alumnos, padres y madres, asegurando una escuela segura) y con las parejas y los individuos (realizando programas de empoderamiento económico para las mujeres, interviniendo con parejas y poniendo en marcha programas sobre crianza de hijos e hijas para promover la no violencia en las prácticas parentales).
En esta línea de trabajo, se podrían citar programas como SASA!, diseñado por Raising Voices, que se trata de una intervención de movilización comunitaria destinada a bordar comportamientos de riesgo relacionados con el VIH y la violencia contra la pareja. En el proyecto participaron tanto mujeres como hombres, líderes religiosos y comunitarios, a nivel de la comunidad para cambiar las normas sociales. Se llevó a cabo por primera vez en Kampala (Uganda), y posteriormente ha sido adaptado y utilizado en otros países de todo el mundo, sometido a una rigurosa evaluación, cuyas conclusiones revelan un impacto significativo sobre los comportamientos de riesgo relacionados con el VIH y la reducción de la violencia contra la pareja en un 52%.
Como este, otros planes de prevención de la violencia de género han sido llevados a cabo en diferentes partes del mundo (Australia, India, Camboya o Sudáfrica).

  1. Leyes integrales para abordar la violencia contra las mujeres en espacios públicos y privados, que no sólo contemplen el enjuiciamiento de los agresores, sino también la protección, el apoyo y la reparación a las sobrevivientes, así como la prevención de la violencia.
  2. Leyes no discriminatorias que protejan la igualdad de derechos para las mujeres en el matrimonio, el divorcio, la propiedad y la custodia de hijos e hijas, permitiéndoles así salir de una relación de maltrato.
  3. Planes de acción nacionales con referencias claras, plazos y recursos asignados para implementar leyes.
  4. Acceso a la protección inmediata y apoyo de calidad por parte de todas las sobrevivientes de la violencia, prestada de forma coordinada e integrada, incluida la asistencia médica e intervenciones policiales, sociales, psicológicas, de asistencia jurídica y de alojamiento seguro.
  5. Capacitación sistemática de quienes proveen servicios, especialmente la policía, abogados y abogadas y jueces y Juezas, profesionales sociales y personal sanitario para asegurar que respetan protocolos y estándares de calidad.
  6. Intervenciones de prevención para hacer frente a la desigualdad de género y las normas sociales que toleran la violencia contra las mujeres, a través de la sensibilización, la movilización comunitaria, programas educativos y programas que promuevan el empoderamiento social, económico y político de las mujeres, incluido su derecho a la ciudad (por ejemplo, acceso a la educación, al empleo, al ocio, a la política).
  7. Recopilación y análisis sistemático de datos sobre la magnitud, las causas y consecuencias de la violencia contra las mujeres, desagregados por edad, etnicidad, discapacidad, lugar del suceso, y otras características pertinentes, para contribuir a la elaboración de leyes, políticas y programas.
  8. Seguimiento y evaluación de la repercusión de leyes, políticas y programas, así como análisis y difusión de buenas prácticas.
  9. Asignación de los recursos adecuados y coordinación entre los distintos sectores para garantizar la implementación de leyes, políticas y programas.
  10. Integración de medidas para poner fin a la violencia contra las mujeres en políticas más amplias tales como la reducción de la pobreza, la vivienda, la educación, la planificación sensible al género y políticas de desarrollo a todos los niveles




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